Burgos San Sebastián

Después de pasar la noche en casa de Dani, puse rumbo a Basondo. Allí visité el Bosque de Oma.

Las obras de Ibarrola no son impresionantes en sí mismas, pero encajan perfectamente con el entorno. Es entretenido ir buscando las obras durante el recorrido y ver cómo van tomando forma cuando te pones en el sitio adecuado. 

Un buen paseo de unas tres horas donde se disfruta no sólo del Bosque Pintado, también de los pinares, del valle, de los molinos abandonados y de la naturaleza.

A mediodía me dirigí a Zumaia. Tenía ya ganas de visitar esta playa. Es impresionante. Qué pena que no me diera tiempo a estar hasta que bajaran la marea y el sol, que es cuando se puede disfrutar de las mejores vistas.

Pasé la noche en San Sebastián. Nunca había estado en esta ciudad y me parecíó preciosa.

Esas calles de la parte vieja, esos pintxos, el ambientillo en el paseo de El peine del Viento de Chillida, las vistas de la ciudad desde el cerro de cuyo nombre no puedo acordarme…  Volveré, seguro.