viernes, 6 de agosto de 2010

En Ticino, la Suiza italiana.

Bueno, os cuento rapidito todos estos días. He colgado algunas fotos en el flickr ,que es más rápido (enlace en la derecha, donde ya he colgado otras fotos). Ya pondré algunas más.
El día 3 pasé el día en Berna, como ya os dije. El casco antiguo es precioso. Tiene unos 6 kilómetros de soportales - atenta Nietuna- ¡que albergan cientos de tiendas! Se considera que es uno de los centros comerciales abiertos más grandes de Europa. Un peligro perderse contigo por allí ;)
Después de Berna pasé por Interlaken, premio pa quien adivine por qué se llama así. Allí dormí, en un parque natural en el que se puede subir a una altura considerable donde consigues ver entre los árboles y la maleza unas vistas a los lagos impresionantes.
Al día siguiente recorrí pueblecillos pintorescos en los que vi casas de alucine. Probablemente no eché fotos a las mejores casas. En cualquier caso, viéndolas ahora, las fotos no son muy allá, no les hacen justicia en absoluto. Recorrí carreterillas de esas bonitas bonitas y fui a parar a Gruyere, no sin antes parar en un sitio con bonitas vistas a comerme un bocadillo de queso de allí. Gruyere es mu chiquitajo. Lo más chulo es la placita con varios restaurantes donde sirven todo tipo de platos hechos a base de queso. El sitio es peligroso para Virginia, huele a Fondue. También hay un castillito mu salao.
Ayer amaneció lloviendo de nuevo. Me hice la remolona un rato y al final me decidí a levantarme, quitarme las legañs y ponerme en marcha. Recorrí algunos pasos de montaña pa fliparlo. Hice una ruta a un embalse construido a principios del siglo pasado que impresiona. Me cayó una buena, caían chuzos de punta! Bajé empapada y fui directa al coche a calentarme con la calefacción a tope. Al rato paré a calentar con mi infiernillo una lata de lentejas. Por supuesto, las de Carmina están mucho mejor, pero os aseguro que me supieron a gloria bendita. Pa rematar la faena, pasé por un pueblecito con albergue. Pregunté por la encargada y me dijeron que no estaba por allí. Mientras llegaba me di una ducha tremenda. Nada, seguía sin llegar. Dije: qué narices! todavía puedo hacer algunos kilómetros más, y me fui. :P
En un paso de montaña me sorprendió una nevada del copón, nunca mejor dicho. Pues nada, despacito, que piano, piano si va lontano.
Dormí en un area de descanso ya en la provincia de Ticino, equipada con baños, agua potable, mesas, que queda a un tiro de piedra de Lugano.
Hoy he recorrido la ciudad. Con unas tres horas es suficiente. Nunca he estado en Italia, pero me he sentido allí. Todo el mundo parlando italiano, ambiente mediterráneo, iglesias con frescos... Sí, se nota que esto fue Italia no hace demasiado tiempo.
Y ahora acabo de llegar de una caminata alucinante al monte Generoso. Cuando llegas a la cima, tienes una vista panorámica de 360º desde donde se ven hasta los Apeninos. He disfrutado como una enana. Y eso es todo hasta hoy.
 
 

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ayyysss, pero qué penca!!! vaya envidia que me das ( de la sana, ein? ). Me alegro muchísimo por ti, y me siento muuuu orgullosa. TE LO MERECES, PAULA!
Si cris y yo estuvieramos por la calle esa de 3 km de tiendas habriamos acabado ya con la banda magnética de la tarjeta de crédito, jajajaja.
Vaya sitios Mamen, estoy deseando que regreses pa que me cuentes... joooo!! que te echo de menos, guapi.
Y bueno, las lentejas de bote hacen su apaño, pero todas sabemos que Mamá Carmina es mucha Mamá Carmina!!!
un besazo enorrrrme y un abrazo más fuerte todavía. Disfruta de ti y de lo que te rodea, exprime a fondo cada segundo.
Te quiero mucho!!
lamari.

Anónimo dijo...

y por cierto... entre los bollos suizos y el queso me tienes la boca hecha agua... menos mal que ni has mencionao el chocolate, porque si no me da un chungo!! jeje.
lamari

Noonah Gorots dijo...

bellissimo